REPORTAJE DE NIÑOS INDIGO ..
La creencia en los niños índigo está ligada a un concepto milenarista, en la cual se afirma que tales infantes llegaron para cambiar al mundo hacia un estado más espiritual. Hay que notar que una buena cantidad de los presuntos niños índigo han sido tachados de hiperactivos o con síndrome de déficit de atención, fallando en los sistemas educativos tradicionales, por la incapacidad de éstos al tratar con aquellos niños que no se adapten al estándar de alumno.
En 1982 la parasicóloga Nancy Ann Tappe afirma que desarrolló un sistema para clasificar los seres humanos de acuerdo al color de su aura espiritual. En su libro Understanding your life through color hace un estudio de lo que ella llama "los colores de la vida". Según Tappe, cada persona posee un cierto color en su aura en función de su personalidad e inclinaciones. En el caso de los llamados niños índigo, los creyentes afirman que su aura tiende a mostrar colores añiles o azules, lo cual creen manifiesta un nivel espiritual más avanzado. Fu
Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el Planeta. Se trata de seres especiales aunque tan terrenales como sus padres. Solo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad.

Bautizados como Niños Índigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver mas allá de los espectros de la Luz, escuchar todo tipo de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y denotan una desacatada hipersensibilidad táctil. “Los Niños índigo, como su nombre lo sugiere, no son Niños azules, si no que se les denomina así porque su aura, o campo energético, tiende a reflejarse dentro de los colores añiles, azules, manifestando la utilización de centros energéticos superiores”,
Es por esto que se les adjudican grandes dosis de intuición, que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia de seres etéreos como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos menores llegan al mundo con el don de la sanación.
Pero, ¿por qué vienen al Planeta Tierra?
La Psicoespiritualidad es un concepto relativamente nuevo, que se refiere a la psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento del Ego con el conocimiento del alma. La llegada de estos “nuevos hombres” no es casualidad, sino que tienen una tarea muy especifica por delante. “Porque son puentes entre la tercera y cuarta dimensión, y el verdadero cambio lo activan en la familia, en el hogar”.
A juicio de los especialistas, estos niños llegan al planeta con la misión de aumentar la rata vibratoria, y poseen mejores condiciones biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un potencial de cambio en su ADN.
“Científicamente ya tenemos confirmación del cambio que aportan estos chicos, manifestándose en la activación de 4 códigos mas en el ADN. Lo normal en los humanos es tener 4 núcleos que, combinados en sets de 3, producen 64 patrones diferentes, llamados códigos. Los humanos tenemos 20 de esos códigos activados que proporcionan toda la información genética. Exceptuando 3 códigos, que son los códigos de arrancar y parar como si fuese una computadora”.
Hasta ahora la ciencia ha considerado a estos códigos desactivados con programas remotos que hoy en día no necesitamos. Pero aparentemente los niños índigos nacen con un potencial de activación de cuatro códigos más, que se denota en un claro fortalecimiento del sistema inmunológico.
Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en la Universidad de California (UCLA). Algunos de estos experimentos han consistido en mezclar células de niños índigos con dosis letales de virus de Sida y con células cancerosas, que no tuvieron efecto alguno en las células de los infantes. “La conclusión es que estos pequeños vienen con un sistema inmunológico fortalecido, manifestando inmunidad a las enfermedades”.
Para los especialistas, los Niños Índigo (termino reconocido a nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan, básicamente, por poseer un nuevo estado de conciencia.
Sin embargo, ciertos rasgos físicos distinguen a los niños azulados del nuevo mundo:”Son mas delgados, tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal, por lo general zurdos o ambidiestros. Comen poco, e incluso, algunos son vegetarianos por no soportar la carne”.
Y es que, según se estima , en 1999 esta nueva raza ya abarcaba el 80% de la población infantil mundial, por lo general en querubines menores de diez años de edad.
Valores Renovados
La crianza y los valores que se transmitan a los niños de la actualidad, requiere de parte de padres y especialistas una revisión. Y para ello hay que tomar en cuenta, ante todo, que las criaturas de la nueva Era no aceptan la imposición ni la autoridad, rechazan la manipulación, la inautenticidad y la deshonestidad. Tampoco aceptan los viejos trucos de la disciplina basados en crear temor y culpa.
“A estos pequeños seres les gusta ser tratados y honrados como individuos”. Por ello los especialistas consideran que la crianza emocional debe basarse en la visibilidad y transparencia.
“A los niños índigo no se les debe avergonzar ni culparlos, mentirles ni gritarles. Por el contrario, hay que preservarles la autoestima. Se les debe brindar la posibilidad de elegir y, al mismo tiempo, evitar la comparación. Deben recibir disciplina sin emoción“.
Otras características importantes para la crianza emocional de los infantes es estimular su excelencia, mas no la competencia entre individuos. Y, además, involucrar el buen humor. Existen palabras claves durante el proceso de enseñanza de los pequeñines, de acuerdo a su edad biológica, basados en las Leyes Espirituales para los Padres. Por ejemplo, hasta el primer año de vida, los vocablos esenciales son amor, afecto y atención. “A los bebes hay que tocarlos, abrazarlos, proveerles mucha seguridad y, además, jugar con ellos”.
Luego, entre el primer y segundo año, hay que resaltar los términos libertad, respeto y estimulo. “Durante esta etapa se prueba el despego a los padres. No hay que condicionarlos a través del temor. Hay que evitar que el niño conecte el dolor como sinónimo de malo, de debilidad. Si así fuese no habría espacio para el crecimiento espiritual”.
Merecimiento, explorar y aprobar, son las palabras claves entre los 2 y 5 años, época de transición entre el Yo Soy y el Yo puedo. “Si le reprimimos el sentirse poderoso no se lograra que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto”.
Posteriormente, entre los 5 y 8 años, el niño ya asimila conceptos más abstractos. Por ello hay que manejar los términos dar, compartir, aceptación, verdad y no juzgar. “A ellos les encanta compartir cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen que perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de dar. En cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un sentimiento agradable y no como antesala a un problema, en caso de ocultarla”.
Después, entre los 8 y 12 años, el niño ahora convertido adolescente, requiere que los padres manejen términos como la experiencia, la responsabilidad y el estar alerta. “Los que aprendieron las lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejaran la confianza de sus padres. De lo contrario, se encontrara confuso, cederá a las presiones amistosas y buscara experiencias indiscriminadas”.
Los colegios y demás centros educativos, deben estar atentos para reconocer la presencia de niños índigos dentro de los salones escolares. A su juicio, estos particulares alumnos no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales. Por el contrario, “aprenden de forma reflexiva y participativa, mas no mediante la memorización. Por ello no extraña que a muchos de estos pequeñines se les califique como niños problemas, ya que se dispersan con gran facilidad durante las clases”.
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